4 de febrero de 2010

¿QUÉ MEDIR?



*DIMENSIONES DE RESPUESTA.
El terapeuta y el cliente pueden evaluar una o varias metas o conductas de interés dependiendo del número de cambios que han acordado durante el proceso de definir metas, es recomendable que por cada cliente se realicen múltiples mediciones de cada conducta meta.



Las cinco dimensiones más utilizadas para medir la dirección y el nivel de cambio de las conductas son la frecuencia, la latencia, la magnitud y la ocurrencia.



• Frecuencia.
La frecuencia refleja el numero de conductas a manifiestas o encubiertas y se determinan metiendo la conducta cada vez que surge. La frecuencia se emplea normalmente cuando la conducta es discreta y d época duración.



• Duración.
La duración refleja la duración del tiempo en la que se mantiene una respuesta o una serie de respuestas.



• Latencia.
La latencia es la cantidad de tiempo que transcurre antes de aparecer la respuesta o la conducta. El número de minutos antes de dormir es un ejemplo de repuesta de latencia.



• Intensidad.
La intensidad o grado de una conducta puede evaluarse mediante una escala de valoración. Por ejemplo, la intensidad de los sentimientos de ansiedad puede medirse con puntuaciones desde 1 (no ansioso) hasta 5 (pánico). En primer lugar el terapeuta debe estar seguro de lo que se va a valorar está bien definido y especificado en el lenguaje del cliente. En segundo lugar, las escalas de valoración deberían de diseñarse para que incluyan una descripción de cada punto de la escala. En tercer lugar las escalas de valoración deberían ser unidireccionales empezando por 0 ó 1. No deberían incluir puntos negativos.



• Ocurrencia.
La ocurrencia se refiere a la presencia o ausencia de las conductas de interés. Se pueden utilizar cuestionarios para registrar la ocurrencia de determinadas conductas, estos son semejantes a las escalas de valoración.

No hay comentarios: