2 de febrero de 2010

NUESTRAS TEORÍAS SOBRE LA EVALUACIÓN Y LA TERAPIA COGNITIVA DE LA CONDUCTA


Se basa en multitud de suposiciones que tenemos con respecto a los clientes, los problemas y la conducta.


Estas teorías se han extraído del enfoque cognitivo conductual. Incluye variedad de técnicas y estrategias que se basan en los principios de aprendizaje y que están diseñadas para producir modificaciones constructivas en las conductas humanas.


Tiene sus orígenes en los años 50 y se denomina “terapia de la conducta” fue originalmente elaborado por Skinner, Wolpe, Lazarus y Krumboltz.


Desde 1950, la terapia de la conducta ha evolucionado significativamente. Entre otros aspectos ha surgido la terapia cognitiva de la conducta, cuyo origen se remonta a los años 70 como fruto del trabajo de personas como Meichenbaum y Beck.


Subraya los efectos de acontecimientos privados como las cogniciones, las creencias y el dialogo interno sobre los sentimientos o las conductas.


CONDUCTAS CONFLICTIVAS:

Son aprendidas, se generan, se desarrollan y están sujetas a alteraciones o modificaciones del mismo modo que las conductas normales. Se originan y se desarrollan a consecuencia de los acontecimientos externos o por procesos internos como la cognición, la mediación y la resolución de problemas. Las conductas no están en función de una enfermedad física o de conflictos intranpsíquicos que subyacen.


CAUSA, TRATAMIENTO E INTERVENCION DEL PROBLEMA ¿MULTIDIMENSIONAL?
Un problema rara vez esta ocasionado por un solo factor y rara vez un programa de tratamiento unidimensional, simple funciona en la práctica real. Los problemas que presentan los clientes tienen causas y condiciones contribuyentes múltiples e incluyen conductas abiertas, acontecimientos ambientales, relaciones con otros, conductas encubiertas como creencias, imagines, cogniciones, sentimientos y sensaciones orgánicas y posiblemente condiciones psicológicas/orgánicas.


CONTEXTOS SOCIALES ¿EL ORIGEN DE LOS PROBLEMAS?
Los problemas no surgen del vacio, normalmente se relacionan con sucesos observables y con hechos menos visibles, encubiertos o indirectos que precipitan y mantienen el problema. Estos sucesos internos y externos se denominan “antecedentes” y “consecuencias”.

Están relacionados con el problema en la medida que ejercen control sobre el, por lo tanto un cambio en una de estas variables a menudo conlleva otra modificación en el resto de las variables.
El terapeuta debe prestar atención no solo a la relación que existe entre todas las partes del problema sino también al impacto que produce el cambio de una variable sobre el resto.

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