3 de febrero de 2010

ONCE CATEGORIAS PARA EVALUAR LOS PRBLEMAS DEL CLIENTE




1.- Explicación del propósito de evaluación.

Al explicar el propósito de evaluación de los problemas, se le da al cliente una “muestra” o una expectativa de lo que sucederá durante la entrevista y una explicación de la importancia de la evaluación tanto como para el cliente como para el terapeuta.


2.- Identificación del tipo de problema.

Con frecuencia los clientes describirán inicialmente un solo problema y en posteriores interrogatorios y comentarios el terapeuta encontrara otros problemas adicionales. Si el terapeuta no intenta tener desde el inicio una “imagen total”, el cliente puede revelar los problemas anexos demasiado tarde en el proceso terapéutico o no hacerlo nunca.


3.- Priorización y selección de los aspectos del problema.

La selección del problema es una responsabilidad del cliente aunque el terapeuta puede asistirle en tal elección. Si el cliente elige un problema enfrentando a los valores del terapeuta, puede ser necesario derivar al cliente a otro terapeuta.


A continuación se añaden algunos consejos que constituyen el marco de referencia para asistir a los clientes en la selección y priorización de los problemas:
1.- Empezar por el problema presentando, aquel que mejor indique la razón que condujo al cliente a solicitar ayuda.
2.- Empezar por el problema cuya resolución es más importante para el paciente.
3.- Empezar con el problema o conducta cuya probabilidad de ser resulta con éxito y con escaso esfuerzo es mayor.
4.- Empezar con el que debe ser resuelto antes que otros problemas.


4.- Identificación de las conductas problemáticas presentes.

Después de seleccionar el área de interés inicial, es importante determinar los componentes de la conducta problema. También necesitamos examinar si estos sentimientos, sensaciones, acciones y pensamientos problemáticos suceden con todas las personas del trabajo o solo con algunas, en qué momento o bajo qué condiciones recurrentes.

Sin este tipo de exámenes es imposible definir objetiva y operativamente el problema.


5.- Identificación de los antecedentes.

Son sucesos internos y externos que ocasionan o provocan conductas problemáticas y determinan la mayor o menor probabilidad de su presentación. Algunos antecedentes ocurren inmediatamente antes que el problema; otros pueden haberse presentado mucho tiempo atrás.


6.- Identificación de las consecuencias.

Al asistir a los clientes para examinar las consecuencias, usted estará interesado en descubrir los acontecimientos internos y externos que mantienen y fortalecen la conducta problema, así como aquellos que la debilitan o disminuyen.


7.- Identificación de los logros secundarios.

En ocasiones los clientes tienen un “interés encubierto” por mantener el status quo del problema que les proporciona “otras recompensas”.


Siempre es importante examinar con los clientes las "recompensas" o los beneficios secundarios que pueden estar obteniendo a través del problema por que a menudo durante la fase de intervención dichos clientes parecen "resistirse".


8.- Identificación de las soluciones previas.

Consiste en examinar que aspectos ha intentado solucionar el cliente hasta el momento y con qué efecto. Le permite evitar recomendaciones para resolver el problema que se añadan al “más del mismo tipo”. Algunas veces las soluciones privadas por el cliente han generado nuevos problemas que han empeorados los ya existentes.


9.- Identificación de las destrezas del manejo del cliente.

En la entrevista de evaluación es conveniente prestar atención a los recursos positivos.

Objetivos:

*Transmite esperanza a los clientes porque, a pesar de su malestar psicológico, disponen de recursos internos que pueden emplear para producir un resultado diferente.

*Subraya la globalidad, el cliente es más que su problema.

*Porporciona información al terapeuta sobre los posibles problemas que pueden aflorar durante la intervención.

*Proporciona información sobre el historial de éxitos del pasado del cliente que puede ser aplicado a los problemas cotidianos.

La información que debe observarse en esta área incluye:
1.- Valores conductuales y destrezas de resolución de problemas.
2.- Destrezas cognitivas de manejo, tales como el acercamiento racional a las situaciones.
3.- Destrezas de autocontrol u automanejo.


10.- Identificación de las percepciones que tiene el cliente sobre el problema.

La mayoría de los clientes disponen de su propia precepción o explicación de su problema.

En primer lugar, añade información para la mejor comprensión del problema. En segundo lugar, este proceso proporciona al terapeuta una información valiosa sobre la “posición del cliente”.
Usted puede conseguir que el cliente describa su opinión del problema con brevedad, pidiéndole que de un titulo de una línea al problema como si fuera una película. Esta técnica también es muy útil para trabajar con niños que normalmente tienen mucha facilidad para pensar en términos de títulos y palabras sin meditar en exceso.


11.- Identificación de la intensidad del problema.
También es útil determinar la intensidad del problema. Es decir, usted está interesado en comprobar cuánto afecta el problema al clientes y a su funcionamiento diario.



*Es útil ofrecer al cliente alguna explicación teórica, la razón para efectuar una entrevista de evaluación antes de obtener la información. Seguidamente es necesario dedicar algún tiempo a ayudar al cliente a examinar todos los aspectos relevantes y priorizar, en orden de importancia o molestia los problemas sobre los que se trabajara.

No hay comentarios: